domingo, 25 de noviembre de 2012

EL COTO DE CAZA.LAS BECADAS Y EL TEMPORAL


FERENCIAS ENTRE LAS MIGRACIONES NORMALES Y LAS MIGRACIONES FORZADAS POR LA METEROLOGÍA

Así es el comportamiento de las becadas ante el temporal


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Cuando se habla o escribe sobre la entrada de becadas hay que distinguir dos aspectos fundamentales: las sordas que entran por su propia iniciativa migratoria en circunstancias normales, y aquéllas que penetran en la Península empujadas por los temporales.
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as migraciones normales de las arceas se registran desde primeros del mes de octubre, y se prolongan hasta finales de febrero.
Es un contrasentido cerrar la veda de la chocha pronto y carecer de una legislación que regule qué hacer ante los temporales
Durante la migración de las becadas (y en la mayor parte de las aves) intervienen tres factores, que configuran lo que se denomina la "brújula" de los pájaros: los campos magnéticos, las estrellas y el sol. No obstante, alguna especie también se ayuda del sentido de la vista. La becada migra fundamentalmente de noche, pero si se acerca un  el temporal también lo hace durante el día para escapar de él. Hay autores que sostienen que las becadas se orientan por las corrientes de aire caliente, o termales, para trasladarse; sin embargo parece más lógico que las becadas utilicen el campo magnético terrestre para orientarse.

La migración en situaciones normales

El cambio climático es una realidad que no sólo confunde al ser humano, pues hace lo mismo tanto con animales y plantas. En situaciones normales, las becadas prevén con la debida antelación los cambios climáticos a la hora de migrar o de proceder de acuerdo con su reloj biológico, y hacen sus escalas teniendo en cuenta múltiples factores, como las nieblas con las que van a encontrase o las heladas que al ponerse el Sol puedan sorprenderlas.
Escrito esto, tengo que decir que las migraciones normales de las arceas se registran desde primeros del mes de octubre, y se prolongan hasta finales de febrero (con una variación de más menos quince días en ambas fechas). Y sabiendo esto, ¿a santo de qué no se pueden cazar becadas en La Rioja hasta el día 1 de noviembre? En un año normal, en el que no se registren grandes temporales, la becada entra de forma sosegada y continua dependiendo de un montón de factores, pero continúa entrando después de cerrarse la veda.

Falta de legislación bajo temporales

Visto lo anterior, es un contrasentido cerrar la veda de la chocha pronto y poniendo cupo durante su caza y, sin embargo, no elaborar una legislación que regule debidamente qué hacer cuando el comportamiento de las becadas es anómalo como consecuencia de los grandes temporales (como el que nos ha atravesado durante esa semana), que pueden observarse y preverse a través de los satélites Meteosat.
A las becadas empujadas por los temporales no les importa volar por encima de un banco de niebla o incluso atravesarlo si está a una altura que las permita no toparse con los árboles, pero claro, no han previsto que los humanos estamos llenando España de molinos eólicos.

Cómo actúan las becadas cuando hay niebla al volver a sus querencias

Algunos dicen que las becadas llevan un mapa de Sistema de Información Geográfico en la cabeza, lo cual es una memez como un templo; aunque es una forma muy recurrente de decir que pocas veces se pierde la becada, y que cuando se pierde, no hay normas que impidan atraparlas, pues eso no es cazarlas.
Si las sordas que están aposentadas en un determinado lugar, salen por las noches a comer a las praderas y al volver a su escondrijo encuentran niebla, no dan vueltas al buen tuntún. Se quedan a la entrada de los montes, esperando a que levante la niebla para volver de día a su acomodo. Por el contrario, si se han acomodado bien y cuando se levanta la niebla las da el sol en el lomo, se quedan ahí hasta que se pone el Sol.
De ahí que siempre recomiendo que cuando se levante la niebla se dé una vuelta alrededor del monte, sin dejar que los perros se alarguen demasiado ni se metan en lo intrincado del bosque, pues el pájaro recién aposentado no aguanta la muestra por no conocerse bien el escondrijo.
Cuando las arceas se meten en grandes zarzales, ahí donde corren por debajo justamente por donde se traban los perros, no suelen levantarse ni a la de tres. Cuando esto ocurre, en Mallorca pinchan los zarzales con grandes cañas, y entonces sí que salen; similar método señala Ettore Garavini que hacen en los países de origen de la becada y en otros más cercanos. También se levantan si se lía uno a pedradas con los matorrales, aunque en este caso lo más frecuente será que se vayan a otros apeonando.

La caza “ética” no incluye cazar en temporales

Todo esto es un mundo que se pierde quien cree que cazar becadas es soltar tres “tragamontes” rabudos llenos de aparatos electrónicos, y esperar corriendo a oír el pitido para soltarles un tiro con una escopeta con cañón de regadera. La caza de la becada no es ésa, sino que es una caza de sapiencia auxiliada con setteres como los que cría Joxan Recondo, que son con los que yo cazo.
Un último consejo. Yo capturo lo justo para mí, como pueden dar fe muchos de los que me conocen. Jamás extraigan una becada del monte para cumplir con la elegancia social del regalo; ni tampoco las vendan, pues por mucho que se las paguen siempre serán baratas. Y no las cacen durante los temporales de nieve vecinos o propios. Son unas aves preciosas que, si no existiera en España tanto jabalí, incluso podrían criar aquí, alegrando el campo donde no ha llegado el arado criminal, aunque sí el veneno letal.

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